La campana del camino

El mundo está lleno de mitos y secretos que viven entre el rugido de una motocicleta y el tintinear casi imperceptible de una pequeña campana.

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Cuentan los viejos caminos que existen criaturas invisibles, conocidas como Duendes del Camino. Se esconden entre baches, clavos y piedras, esperando el momento para hacer caer a un motociclista.

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Una noche, un viejo biker fue emboscado por estos duendes. Herido, sin poder moverse, solo le quedaba una campana. La hizo sonar con esperanza. Dos motociclistas escucharon su llamado, llegaron y lo ayudaron.

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Agradecido, el anciano ató una campana a sus motos y les dijo:

“Con estas estarán protegidos. Y si algún día están en peligro, hagan sonar la campana. Un compañero siempre responderá.”

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Desde entonces, las campanas biker se convirtieron en símbolo de protección, hermandad y respeto.

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Una campana comprada protege. Una campana regalada, bendice.

Sorprende a ese biker especial con un detalle que dice: “Estoy contigo, en cada kilómetro.”